¡Hey! En esta ocasión les traigo la fantástica entrevista con el autor de Pinceladas de Harmonía.Con, José Luis Fernández Juan. La cual por cierto es muy importante, ya que con ella inauguramos la sección de entrevistas en el blog. Así que si más, vamos a leer un poco de lo que nos contó José Luis.
1.
Antes que nada
me gustaría saber ¿en qué te inspiraste para desarrollar tanto el mundo de
Harmonía como a sus peculiares habitantes?
En
el mundo pop de colores distorsionados de John Lennon. Su dialéctica de la
fantasía me llevó a trascender la grisura de nuestra chafa existencia
neoliberal.
La
atrevida movilidad psicodélica de los textos harmonianos me la inspiraban las
letras de rolas como I’m the walrus (“Yo soy él y tú eres yo y todos somos a la
vez”), Across the universe (“Las palabras fluyen como lluvia dentro de una taza
de papel”), 9 Dream (“En un río de sonido a través del espejo”) o Lucy in the
sky with diamons (“Ríos de mandarinos y cielos de mermelada”).
Cada
personaje se envuelve en un aura de melodía hipnótica y emplea su propio
lenguaje lírico a base de imágenes de enigmática plasticidad a base de bien.
Así
mismo, también resulta altamente inspirador el entorno pictórico de Dalí, que
acoge su impulso psíquico y les ayuda a moverse
por los paisajes oníricos con mayor honorabilidad. Por añadidura, la
incertidumbre anfibológica de Quevedo hace el resto.
La
potencia de la entelequia troncha las concepciones pronosticables, amén de
plantear innumerables posibilidades artísticas. La alternativa de la fantasía
desde la transgresión constituye posiblemente el rasgo más chingón de
Pinceladas de Harmonía.Con.
2.
¿Qué fue lo más
fácil y lo más difícil de escribir Pinceladas de Harmonía.Con?
Lo
más sencillo fue dejarme llevar por la vastedad de estímulos que suscitan los
inopinados juegos de palabras de cada pincelada.
Los
propios engranajes lúdicos poco a poco me iban inventando las historias. Yo
nomás me dejaba llevar. El contexto creativo harmonizaba gustoso la higiénica
experimentación. A darle que es mole de olla.
Lo
más difícil resultó lograr que las palabras apenas pesaran una brizna de aire
para poder así dejarlas volar ligeras
por mi imaginación hasta que alcanzasen abordar la circunscripción susceptible
de poetizar.
Los
sistemas de registro entre figuraciones y significados debían fluir entre
espacios de libertad; sin embargo, había momentos en donde las profundidades y las
dimensiones combatían contra la figura y el fondo, llegando a eclipsar la
intensidad luminosa.
Esta
situación porteaba dudas que acarreaban gachos procesos reductivos. Tuve que
subsanarlos implementando un sistema de desaceleración de susurros que encubrieran
los zumbidos de lo ordinario.
3.
Si vivieras en
Harmonía ¿a qué te dedicarías y porque?
Chef
de impresión 3D por el día y arquitecto BIM por las noches. Viviría en la era
más informática en la ladera más tecnológica.
Si
Atenógenes Karsten es el arquitecto del presente, a mí me gustaría ser el
arquitecto del futuro.
Me
dedicaría a fabricar, proyectar y tramitar planes de construcción empleando
fórmulas fundamentadas en modelos. Desarrollaría escaneos 3D a medida con alto
porcentaje de precisión dimensional.
Enseñaría
mi particular didáctica de trabajo digital a delineantes, publicistas,
chuletistas, dibujantes, artistas gráficas, proyectistas o modistos. Aplicarían
la metodología BIM a los proyectos que eligieran.
La
arquitectura la simultanearía trabajando en el restaurante “Zumo de fresas”
como chef de impresión 3D. Allí confeccionaría diferentes platos artísticos con
formas inviables de forma manual.
Apretando
botones la máquina cocinaría, asaría, guisaría u hornearía platos completos
como yakisobas bobas, huevos rancheros cancheros, Ignacios con guacamole que
mole, mejillones llorones con salsa de azafrán klin, okonomiyakis con caquis,
quesitos exquisitos o pizzas con mozzarella de búfala bicéfala.
Productos
personalizados, visuales y vitaminados. Recetas digitales de novedosos platos
nutritivos. Ética módica, retórica exótica y política gastronómica al servicio
del consumidor más denodado y renovado.
4.
Si pudieras
traer a uno de los habitantes de Harmonía a la realidad ¿a quién seria y para
qué?
Traería
a Paladín Gallent, el hijo de Gascón, para que pudiera dar visibilidad
internacional a las 4 obras que integran su colección “Bateristas” vía
exposiciones móviles y temporales por los museos más chidos del orbe. Las obras
están en su mente a punto de caramelo de sulfito amónico.
En
el SFMOMA, se expondrían los hologramas flotantes de Rafa, Johnny, Daniel y
Santi, los bateristas del conjunto Los NIkis, en paneles de fibra de vidrio.
Aparecerían percutiendo en una fiesta medieval con camaradas tan ilustres como
el cosmonauta Vladimir, el misionero Aurelio, el vikingo Olaf, el motorolo
Borja o el gran danés Brutus.
Estos
cuatro músicos chingones se confundirían con un hippster con dolor de muelas
por haber pasado las Navidades en Siberia. Los bateristas explorarían en el
Museo la repercusión del antagonismo por un tetrágono californiano que
demostraría fehacientemente que la naranja no es mecánica.
El
Tate Modern disfrutaría de la obra kitsch dedicada al mítico Manolito Iglesias,
el baterista de Tequila. Figura muy recordada por aquellos lares, ya que a
principio de los 80 del siglo pasado dejó constancia de su talento grabando en
Londres los legendarios álbumes Viva Tequila y Confidencial.
La
obra la constituiría una reproducción virtual de todas sus actuaciones con
Tequila en La cometa blanca en cápsulas de metacrilato: Salta, Dime que me
quieres, Matrícula de honor, Rocanrol en la plaza del pueblo y Me vuelvo loco.
La
frecuencia de onda resultaría fácilmente sincronizable con la adecuada potencia
de vatios; sin límite fijo pero con inflexiones y entonaciones propaladas con y
por el espacio inglés.
En
Pompidou, Ringo Starr tocaría Rain en un dique NS de un plano fruncido mediante
una proyección modificada que aparecería y desaparecería a su libre albedrío.
Ringo
se luciría en el hit-hat y seduciría con un patrón de batería infinitamente más
líquido que un patrón de barco bañado por un mar de plástico.
Su
actuación pluviosa conciliaría el chubasco y el churrasco con las merinas y las
meninas como si estuviera poseído por los anillos de Saturno de Roger Taylor,
Javier Lobato, Toti Árboles o Charly Watts.
La
lluvia de estrellas caería en la superficie terrenal y descompondría la
continuidad del mapa francés.
En
Guggenhein un parapermanente baterista Eduardo Benavente profetizaría la rampa
de lo rebosante dialogando por vía celular con el pegamoide Carlos Berlanga.
Alta tensión en otra dimensión. Llegando hasta el final en imágenes espectrales
que se combinarían y se superpondrían sobre láminas gigantes elegantes.
La
conversación iría con dos tomas de ambos dos. Eduardo hablaría desde Tokio
volando desde el jardín y Carlos desde la tribu de las chochoni con cubata y
carburante. Podrían platicar a través de una maraña rosa y verde de
dispositivos AV empotrados con tela de suerte en una tapia de piedra interior
que evitaría cortar la línea. La interfaz tradicional para la transferencia de
datos de video sería un HDMI (tipo A).
Guggenheim,
Pompidou, Tate Modern y SFMOMA se irían intercambiando las 4 obras de
“Bateristas” y Paladín observaría las reacciones del público recorriendo la
realidad con el alma. Compendiar los diferentes veredictos suscitados en los 4
emplazamientos le llevaría a tener un criterio más objetivo de su creación. Al
público de Harmonía ya lo tiene ganado. Ahora necesitaría nuevos receptores de
comarcas inéditas que le proporcionen un baño de Gong y un baño de realidad.
Cuanto más mensajes y emociones tenga sobre su obra, mejor definición y
separación con el resto de artistas tendrá. A buen seguro que lo agradecerá.
Hay vida más allá de Clepsidra.
5.
¿Será que en el
futuro podamos ver más de Harmonía y sus habitantes?
La
inteligencia artificial, la robótica y los algoritmos podrán seguir disfrutando
de Harmonía porque el futuro lo inventamos nosotros.
De
todas maneras, tu pregunta enlaza un sinfín de interrogantes adicionales: ¿Es
suficiente un tercer y definitivo libro de Pinceladas de Harmonía? ¿Cómo
sabemos si estamos creando lo apropiado? ¿Hay una sola femoral? ¿Emoción de
censura o razón de cereales? ¿Cómo sería “nuestra vida” si fuera una canción de
José José? ¿Tiene sentido el actual sistema educativo? ¿Debo perseguir mis
sueños de abejas sobre el fundo ajeno? ¿Quién acuerda la medida del concepto
“suficiente”? ¿Hay vida en la luna de miel y limón para la garganta?
Aun así, la certidumbre de que habrá más Harmonía y harmonienses en el futuro disipará cualquier infinito existencial de energía potencial. Por tanto, seguiremos emprendiendo lo limítrofe para no atrofiarnos mil veces en la pomposidad del jabón serrano.
6. ¿Qué preferirías, vivir en un mundo donde solo tú fueras feliz o en donde todos fueran felices menos tú?
Me late vivir en Harmonía. Felicidad compartida. La neta.
7. La siguiente pregunta es una que ha llegado a provocar muchísimas discusiones, pero sin duda creo que tú vas a tener una buena respuesta… ¿Qué fue primero el huevo o la gallina?
El huevo es futuro y la gallina es cama. Un huevo pasado por agua es más nutritivo que una gallina pasada de rosca.
El exceso de revoluciones provoca recelos a la gallina mientras descansa en un mueble para dormir.
No obstante, el huevo cocido con cáscara después de 4 minutos en agua hirviendo cuaja clara y liquida la yema.
También sabemos cierto que el huevo es receptividad y la gallina es entrega. Si la gallina es compasión, el huevo es deseo.
¿Es anterior el Pretérito? ¿Hubo sido?
Tenemos claro que Mamma Mía 2 es anterior a Mamma Mía; y que Magical Mystey Tour es anterior a Let It Be. Sin embargo, la anterioridad del huevo o la gallina… No sé.
8. Menciona tres canciones, que no importa cuantas veces las escuches siempre te van a alegrar el día.
Vuelve a mí de Los Hombres G.
Una ruptura de pareja condicionada por una tercera persona. La chica, en un intento de satisfacer sus necesidades no cubiertas, abandona a su noviete por otro más agraciado.
El ex, quejándose en primera persona durante toda la canción y rivalizando a nivel interno con el “sustituto”, no entiende el cómo ni el porqué de su coyuntura.
Desvalido y obsesionado, le implora lastimosamente a su exnovieta que regrese con él, garantizándole que la aguardará donde ella ya sabe.
La separación exige el lógico proceso de duelo patológico y el necesario repliegue del sentir.
El Pavo Real de César del Ávila y su orquesta.
Rola llanera que reflexiona sobre los pormenores del matrimonio. El protagonista, que carece de recursos económicos, pero al que le sobra amor por ofrecer, defiende la divinidad de la numeración y el mestizaje.
La unión de razas puede concebir negros de ojos azules con pelo biondo, blancos de ojos negros con pelo rizado, mulatos de ojos verdes con pelopincho. Naranjas de ojos saltones con pelo cítrico, rosas de ojos espinosos con pelo florido,.. ¡Numerao, numerao!
Centro de gravedad permanente de Franco Battiato.
La noción del quietismo como necesaria experiencia de supervivencia.
La fase de conciencia que todos necesitamos para observar nuestro entorno objetivamente.
El punto de equilibrio interno que nos da la facultad esencial de decidir libremente más allá de los vaivenes ideológicos.
La estabilidad eterna frente a la vorágine de la macroinformación vigente. Nuestra razón de ser frente a la sinrazón del estar.
9. ¿Rosas rojas o violetas azules?
Elegiría las dos; Sus desemejanzas me atraen tanto como los cuadros caleidoscópicos que desplazan su foco a la derecha en Excel.
La textura rugosa y escamosa de la rosa roja, que simboliza el amor apasionado, se mira en los espejismos del espejo con luna de nieve, pero cruza los dados del destino con desacierto.
Por otro lado, la violeta azul atraviesa fronteras de la memoria con propiedades medicinales, pero sopesa sin copar muy a su pesar.
Son tan diferentes a la vez como los progresos y regresiones de nuestra sociedad posmoderna. Y esto me resulta tan magnético que no me imagino decantándome por una u otra.
Las dos dominan la botánica como emperatrices del reino vegetal. Si me recrease en la raíz de su belleza, lograría desraizar el néctar de lo cotidiano. Imposible decidirme por una de las dos. Estimo por igual a las dos. A las dos en punto. A las dos serán las tres.
10. Finalmente, luego de publicar tres libros ¿Qué consejo le darías a los autores que recién comienzan en el mundo de la escritura?
Les aconsejaría que cuando estén agüitados intenten aclarar su mente inundándola con frases fluidas y jugosas. Esas frases podrían ser el preámbulo de un precioso proyecto.
Pero esta sugerencia puede funcionar igualmente cuando se sientan pinches, alegres, rebeldes, afectuosos, lilipendos, condescendientes, audaces, metiches, altivos o diligentes. ¡Órale pues!
Si al final logran publicar un libro, que piensen que este, aunque no sea una circunscripción clara, les ubicará la dirección. Todo tendrá sentido. Habrá rumbo porque habrá percepción.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario